VERACRUZ
ATRACCIONES
Veracruz no solo es el puerto más importante del país, sino el principal acceso a los sorprendentes atractivos de la costa del golfo de México. Un recorrido que se inicia en una ciudad con añejos edificios coloniales y monumentales fortificaciones que, en el pasado, defendieron a la población de los arteros ataques de los piratas y corsarios.
Un tranquilo malecón para contemplar el mar y los avatares del puerto, una plaza de Armas festiva y arremolinada por los colores de las danzas, un acuario fabuloso -el mayor de Latinoamérica, el 8 más visitado del mundo- y una iglesia en la que los viajeros se encomendaban para arribar con buena estrella a su destino, son parada obligadas en el itinerario del viajero.
Pero no son las únicas. Veracruz tiene demasiado por ofrecer y usted lo comprobará en las siguientes líneas.
En la ciudad
-Plaza de Armas: es una de las más antiguas y festivas del país. Un espacio de inquietud y alegría, en el que se realizan eventos artísticos llenos de color y movimiento, como los conciertos populares de marimba, danzones y sones jarochos, este último un género de origen mestizo con marcadas influencias españolas y africanas. Los espectáculos comienzan en la tarde y se prolongan hasta bien entrada la noche. Son tan animados que muchos de los espectadores se animan a bailar.
VERSION INGLES
VERACUZ – MEXICO TRAVEL AND TOURS
Viajes y Turismo en Veracruz
Atracciones en Veracruz
Más Atracciones
Alrededores
Alojamiento en Veracruz
Deportes en Veracruz
Gastronomía en Veracruz
Restaurantes en Veracruz
Clima en Veracruz
Cómo llegar a Veracruz
Hospitales y Clínicas en Veracruz
Museos en Veracruz
Información Util de Veracruz
El entorno arquitectónico de la plaza es de gran interés, destacando por su acervo colonial el Palacio Municipal, la Catedral y sus imponentes portales, que albergan animados restaurantes y cafés.
Se encuentra en el centro de la ciudad, entre las avenidas Independencia y Zaragoza y las calles Zamora y Miguel Lerdo de Tejada.
-Paseo del Malecón: fue construido a fines del gobierno de Porfirio Díaz (1876-1911) y, en la actualidad, es una animada y concurrida calzada, que permite al andariego observar el trajín del muelle de Veracruz y la grandeza de los barcos trotamundos que atracan o zarpan en el puerto.
Para prolongar el disfrute de los viajeros, todas las noches se realizan vistosos espectáculos folclóricos. Además, en esta concurrida zona hay numerosas tiendas artesanales, cafés y hoteles.
-Castillo de San Juan de Úlua: es una impactante fortaleza construida en los albores coloniales, para proteger al puerto de Veracruz -la puerta marítima de la Nueva España (México)- de las avezadas fechorías de los piratas, entre ellos el emblemático y temido Francis Drake.
Las “protectoras” paredes del castillo se levantaron en la pequeña isla de San Juan de Ulúa -frente a la ciudad portuaria-. Se dice que allí habría existido un santuario en honor a Tezcatlipoca, el dios creador, omnipresente y conocedor de todos los asuntos humanos.
La historia hispana de la isla se remonta al 24 de junio de 1518, cuando la expedición liderada por Juan de Grijalva desembarcara en ella. El español decidió bautizarla como San Juan, por coincidir su arribo con el día de San Juan Bautista, y, de Ulúa, por ser la palabra usada por los naturales para llamar a su terruño.
Una segunda expedición al mando de Hernán Cortés -el conquistador de México- llegaría el 21 de abril de 1519, para fundar un asentamiento hispano en un pedazo de tierra firme frente a la isla. La ciudad naciente recibiría el nombre de Villa Rica de la Vera Cruz.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que la nueva ciudad se convirtiera en el principal acceso a la Nueva España; aunque por su litoral bajo y su posición muy expuesta, los galeones tenían que desembarcar en la isla de San Juan de Ulúa, donde, tiempo después, se construiría una notable fortaleza.
El edificio defensivo de San Juan cuenta con una gran torre, extensas murallas y poderosos baluartes, además de una iglesia, un hospital y hasta barracas para los esclavos. El proceso constructivo de la obra habría comenzado a mediados del siglo XVI, prolongándose hasta el siglo XIX.
Al concluir la lucha independentista mexicana, la isla y la fortaleza permanecieron en poder de las huestes españolas hasta setiembre de 1825. Posteriormente, se convertiría en una temible cárcel, cuya “fama” se acrecentaría durante la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911), periodo en el que las “tinajas” (sus celdas estrechas y húmedas) estuvieron ocupadas por sus enemigos políticos.
La fortaleza dejó de ser prisión el 2 de julio de 1915, debido a la promulgación de un decreto firmado por el presidente Venustiano Carranza. En 1962, el castillo fue declarado Monumento Histórico, siendo administrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Sus ambientes son ahora las salas de un museo.
Se encuentra en la zona norte de la ciudad antigua. Actualmente, la isla está unida al continente por una larga calzada que se inicia en la plaza de la República.
-Baluarte de Santiago: es una de las pocas representaciones de la arquitectura colonial militar que se mantiene en pie. Se encuentra en la zona sur y está formado por una torre de estilo medieval y 12 cañones, elementos que son los últimos rezagos de la extensa muralla que protegía la ciudad portuaria de los ataques de piratas y corsarios, malhechores atraídos por las valiosas mercancías que se embarcaban y desembarcaban en Veracruz, entre los siglos XVII y XVIII.
Se desconoce cuándo fue construido, aunque se sabe que las obras concluyeron en 1635 y que estuvieron a cargo de Adrián Boot -ingeniero y cosmógrafo de origen flamenco-. El fortín se erigió con piedras procedentes de Campeche y con la apreciada piedra múcara -roca de origen marino semejante al tezontle- con mezclas de cal y arena.
El Baluarte de Santiago no solo protegió a la ciudad de los ataques piratas, sino, también, del asedio de tropas extranjeras, soportando intensos y severos bombardeos.
A finales del siglo XIX, cuando la paz reinaba en México, los baluartes se hicieron innecesarios, siendo destruidos la mayoría de ellos, excepto el de Santiago, merced a su importancia histórica y militar.
El baluarte fue entregado al ayuntamiento local a mediados del siglo XX, desde entonces es utilizado con fines culturales. En su interior hay un pequeño museo con las armas utilizadas durante la conquista y las joyas precolombinas halladas en los navíos españoles que naufragaron en las costas de Veracruz.
Se encuentra entre la avenida 16 de Setiembre y la calle Francisco Canal.
-Acuario de Veracruz: es el octavo acuario más visitado del planeta y el de mayor extensión (3,493 metros cuadrados) y equipamiento de Latinoamérica. Fue inaugurado en 1992 y cobija alrededor de 3,000 especies marinas en 25 peceras, una de ellas de proporciones monumentales.
La llamada Gran Pecera Oceánica tiene un perímetro de 69 metros y está formada por 13 paredes de acrílico transparente de 22 centímetros de espesor. Es la mayor de Latinoamérica y su diseño especial le permite soportar la presión de un millón 250,000 litros de agua salada proveniente del golfo de México. Es habitada por temibles tiburones.
El acuario está dividido en 7 secciones, destacando las galerías de Agua Dulce y la de Agua Salada, en la primera hay mojarras africanas, pirañas, peces japoneses, cocodrilos y tortugas, entre otras especies; en la segunda se observan erizos, tortugas de carey, caballitos de mar y peces piedras. También hay tiburones leopardos, ídolos moros y escorpiones provenientes del océano Índico.
Además de la exhibición de la flora y fauna marina, en el acuario se ejecutan proyectos científicos de gran importancia, como la protección y seguimiento de las rutas migratorias de las tortugas marinas, la conservación de arrecifes de coral y la reproducción de tiburones y manatíes -este último, en peligro de extinción-.
Se encuentra en el bulevar Ávila Camacho s/n, colonia Flores Magón.
-Gran Café La Parroquia: es un símbolo de la ciudad porteña. Un local tradicional y emblemático, un lugar para “ver y dejarse ver”, mientras se charla y se bebe una deliciosa taza de café.
Fue inaugurado como dulcería en 1824 y por sus salones pasaron importantes figuras de la política nacional, deportistas, artistas y estrellas del espectáculo. Su nombre surgió por la cercanía de su primer local con la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, llamada popularmente la parroquia.
En la década del 20 del siglo pasado, una serie de problemas familiares entre los dueños lo llevó a cambiar de sede. Hoy se encuentra en la avenida Insurgentes Veracruzanos 340.
Cuando visite el Gran Café La Parroquia, deléitese con sus aromáticas bebidas y sus añadidos de leche, sus deliciosas tortas (emparedados) de pechuga de pavo, acompañadas con chiles jalapeños encurtidos.